Los azulejos de pasta blanca en acabado brillante son ideales para revestir paredes de cocinas y baños. El color blanco liso aporta elegancia y sencillez, mientras que el brillo ilumina el espacio, haciéndolo parecer más amplio.
Con formatos como el de 25×40 cm, estos azulejos no solo son una opción clásica para interiores, sino también una de las más higiénicas y fáciles de mantener.